Revista de Educación Religiosa, volumen 2, nº 7, 2023, DOI 10.38123/rer.v2i7.378

Acciones y reacciones de los jóvenes de clase de ERE de grado 11 en torno a la Biblia

Jorge Triana1
Universidad de La Salle, Colombia

Lineamientos y Estándares de la Educación Religiosa en Colombia: generalidades y contenidos bíblicos

Presentada desde la dimensión confesional católica, la ERE busca articularse con otras acciones educativas como la formación religiosa familiar y la catequesis, de modo que se complementen mutuamente para contribuir al desarrollo de la dimensión religiosa y la educación de la fe de los estudiantes (CEC, 2009). Así, desde esta perspectiva, se propone garantizar una educación moral y religiosa de acuerdo con las convicciones familiares, “de modo que los niños, conociendo su propio credo religioso, puedan conocer también el credo de otras personas y comunidades, fomentar el respeto mutuo y los principios sobre interculturalidad en la educación” (CEC, 2009, p. 6). Además, “Como disciplina escolar, el Área de Educación Religiosa se presenta como propuesta didácticamente organizada, en formas de enseñanza y de aprendizaje que tienen en cuenta criterios de coherencia psicopedagógica, científica y cultural. Está en capacidad de estructurarse como un cuerpo de conocimientos, valores, habilidades y destrezas, estrategias cognoscitivas y actitudes que facilitan la construcción y apropiación del conocimiento, que ayudan a los estudiantes a interpretar, conceptualizar, analizar, expresar y valorar la experiencia religiosa” (CEC, 2000, p. 26).

La ERE es definida como “un área fundamental para la formación integral de la persona, y el reconocimiento de la dimensión espiritual que manifiesta el hecho religioso, presente en todas las etapas y contextos de la historia de la humanidad, es susceptible de estudio, de indagación académica, de investigación sistemática y de integración y complementariedad con otras áreas del saber científico” (CEC, 2022, p. 9). En este sentido, se establece la coherencia entre los fines de la educación en Colombia (Ley 115, art. 5 y art. 67 de la Constitución Política) y los aportes de la ERE (CEC, 2009, p. 13; CEC, 2022, p. 12).

Según los lineamientos de la ERE (2009), los objetivos para la Educación Media que se acercan a la presente investigación son:

A nivel de competencias, los aprendizajes que se proponen desde los lineamientos y estándares de la ERE son: saber comprender, o competencia interpretativa; saber dar razón de la fe, o competencia argumentativa; saber integrar fe y vida, y saber aplicar a la realidad, que equivalen a la competencia propositiva.

De igual modo, junto con los objetivos, se precisa una serie de criterios que van desde la confesionalidad, el mismo objeto de estudio, hasta el diálogo con la cultura y el punto de vista antropológico, tan determinante en la propuesta educativa.

Para la concreción de los objetivos y los criterios, se propone un modelo basado en las “experiencias significativas”. “Con la expresión se quiere indicar una categoría que facilita el acceso al mensaje y, al mismo tiempo, es contenido u objeto de estudio y de aprendizajes por parte de los estudiantes. Por ejemplo, la vida es un hecho que permite el acceso al mundo de la experiencia religiosa y, al mismo tiempo, es parte esencial del mismo mensaje cristiano” (CEC, 2022, p. 17).

Luego del modelo, se proponen cuatro enfoques, ejes o núcleos temáticos, que son: antropológico, bíblico en la etapa del Antiguo Testamento, bíblico cristológico en la etapa del NT, y eclesiológico o de la Tradición eclesial hasta nuestros días. Como se aprecia, el segundo y tercero son enfoques bíblicos en los que se aborda cada Testamento por separado como proceso de la revelación.

Estándares para la Educación Religiosa Escolar, grado 11. °

La perspectiva bíblica que presenta la CEC en relación con los contenidos bíblicos del espacio académico de la educación religiosa para el grado 11. ° se enmarca en el tema de la Construcción de una Nueva Sociedad. A partir de esta perspectiva, se abordan los problemas sociales en la Biblia, desarrollados a partir de una serie de preguntas-problema sobre las realidades sociales, las causas de las injusticias y exclusiones sociales en el AT, el actuar de Dios en medio de dichas realidades y su reacción frente a las injusticias, la esclavitud y la opresión, el desarrollo del liderazgo público y la enseñanza social de los profetas, entre otros.

Los temas derivados de estas preguntas-problema de carácter social abarcan textos de libros y/o bloques bíblicos del Génesis, Éxodo, Deuteronomio, Josué, Samuel, Profetas y Sapienciales, desde las perspectivas sociales organizacionales y de la acción de Dios.

Como aprendizajes, se tiende al análisis de la actuación de Dios a favor de los oprimidos a partir de la predicación profética y la literatura sapiencial; análisis de textos bíblicos siguiendo modelos contextuales del Israel bíblico: geográfico, político, social y religioso, para identificar su mensaje universal; definir la relación entre religión y justicia, revelación y opción por los pobres, conocimiento de Dios y justicia profética, etcétera; vivificar este mensaje a partir de las situaciones actuales de justicia y reconocer referencias históricas en relación con la problemática social.

Las experiencias-problema del Nuevo Testamento tienden a ubicar el contexto social, cultural, económico, político y religioso de la época de Jesús y de las primeras comunidades cristianas, las enseñanzas sociales de Jesús, el sentido de su mesianismo y de su muerte y los principios y valores del evangelio para la construcción de una nueva sociedad. Entre otros temas que se plantean están: contextos y conflictos en época de Jesús, grupos judíos y relación con Jesús; el juicio de Jesús; sentido histórico y trascendente del Reino de Dios.

Resultados y análisis estadístico

La encuesta se aplicó a 1697 estudiantes de grado 11. ° de diversos colegios confesionales de Colombia, la mayoría privados, dirigidos por comunidades religiosas que ejercen el carisma de la educación. La encuesta se llevó a cabo con la técnica llamada Computer-Assisted Web Interviewing (CAWI), es decir, aplicación autodiligenciada a través de un acceso a la web. Esta técnica permitió controlar no solo la calidad de la aplicación y los flujos de las preguntas, sino también la cobertura geográfica y el avance en la productividad del operativo. El muestreo empleado fue de tipo aleatorio estratificado y el marco muestral se organizó por colegios confesionales de cinco regiones de Colombia (centro, costa, occidente, oriente y sur) y de Bogotá, como Distrito Capital, de acuerdo con el departamento al que pertenece cada institución. En las regiones, la encuesta se aplicó a los estudiantes de undécimo grado, promoción del 2016, de una muestra de colegios católicos seleccionados de forma aleatoria.

Como resultado del plan de muestreo, se obtuvieron 1697 encuestas efectivas, las cuales tienen un margen de error relativo del 2,3 % y un nivel de confiabilidad del 95%. Los resultados recibieron un ajuste de sesgos a partir del peso poblacional de los estudiantes de undécimo grado de cada una de las regiones. Luego de aplicada la encuesta, la base se depuró y se trabajó con el software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), con el cual se realizaron análisis estadísticos descriptivos.

A continuación, se presentarán las preguntas correspondientes al campo bíblico, seguidas del número de respuestas, porcentajes equivalentes, y enseguida su análisis e interpretación.

1. ¿Con que frecuencia tienes la ocasión de leer o de escuchar un texto bíblico?

*Muestra real para esta pregunta: 1324

Cada día 12,8 %
Muy frecuentemente 11,5 %
Una vez por semana 19,1 %
Una vez al mes 21,7 %
Una vez al año 9,9 %
Menos de una vez al año 7,0 %
Realmente, nunca 18,0 %
1.1. Análisis

Esta pregunta fue respondida por un 49,5 % de hombres y un 50,5 % de mujeres. Al sumar las mayores frecuencias de lectura de la Biblia (Cada día, Muy frecuentemente y Una vez por semana) se identifica que el 43,4 % de los jóvenes leen la Biblia semanalmente o con mayor frecuencia.

El anterior comportamiento de lectura de la Biblia muestra diferencias por género, pues en hombres el porcentaje es de 33,5 %, mientras en mujeres es del 53,3 %; esto muestra que ellas la leen con mayor frecuencia.

En relación con las frecuencias bajas de lectura, se observa que la suma entre Una vez al mes, Una vez al año y Menos de una vez al año suma 38,6 %, siendo este resultado mayor entre los hombres, que alcanzan el 42,6%; entre las mujeres es del 34,4 %. Estos datos reafirman que se da un mayor hábito de lectura entre ellas.

El 18 % de los entrevistados manifiestan no leer nunca la Biblia, porcentaje que llega hasta el 24 % en los hombres, y solo el 12 % en las mujeres.

Al analizar la frecuencia de lectura por condición socioeconómica, se observa una lectura más frecuente (mínimo una vez al mes) en los jóvenes de estrato bajo (2), con un 80,3 %; por su parte, son los de estrato medio bajo (3) los que con menor frecuencia leen la Biblia, los cuales hasta la lectura mensual suman 60 %.

1.2. Interpretación

Como se aprecia en los gráficos porcentuales, se percibe constancia en la lectura de la Biblia; pero surge la pregunta sobre su uso en los espacios académicos de educación religiosa, ya que, de ser empleada, la mayoría hubiese respondido “Una vez por semana”. Si se confronta con los lineamientos y estándares de la ERE, el componente bíblico en el grado undécimo es relevante y sugiere el uso frecuente de la Biblia.

También se aprecia que la mayor constancia en la lectura de la Biblia corresponde a las mujeres; se evidencia así una mayor receptividad por parte de estas y mayor indiferencia de los hombres por el texto sagrado, siguiendo tendencias globales y propias de las culturas juveniles, en las que el hombre se ciñe menos a normativas o directrices como las contenidas en la Biblia.

Es considerable el porcentaje de no lectura y de no respuesta a la pregunta, ya que puede ser un indicador del poco aporte de la Biblia a los procesos de educación religiosa y la escasa apropiación de esta por parte de los profesores.

Se evidencia la insistencia de los colegios privados católicos, dirigidos por comunidades religiosas, para promover y propiciar la lectura de la Biblia en sus estudiantes; pero esto contrasta con su escasa lectura y la no respuesta a la pregunta por su uso.

2. ¿En qué ambiente tienes la ocasión de leer, escuchar o estudiar los textos bíblicos?

*La tabla muestra % horizontales

Frecuencia por lugar Muestra real por lugar
Nunca A veces Frecuentemente No realizo este tipo de actividades
Colegio 8,9 % 39,9 % 50,2 % 1,0 % 1045
Amigos 63,4 % 24,6 % 4,7 % 7,3 % 1015
Especialista 58,9 % 17,3 % 7,9 % 15,9 % 1013
Grupos juveniles 35,7 % 24,6 % 23,0 % 16,7 % 1020
Familia 14,3 % 45,2 % 36,5 % 4,1 % 1028
Parroquia 9,4 % 18,8 % 60,3 % 11,4 % 1043
Solo 40,0 % 37,1 % 15,8 % 7,0 % 1020
Internet 50,4 % 35,5 % 8,0 % 6,1 % 1024
Otro ambiente 44,3 % 36,1 % 9,5 % 10,1 % 997
2.1. Análisis

Los dos ambientes o lugares donde los jóvenes consultados leen con mayor frecuencia la Biblia son la parroquia (60,3 %) y el colegio (50,2 %).

Ahora son más los ambientes evaluados en los que la lectura es muy baja o nula. Los de mayor porcentaje de nunca lo hace son con amigos (63,4 %), especialistas (58,9 %) e internet.

En el atributo de respuesta media (a veces), se destaca la lectura en familia (45,2 %), mostrándose un ambiente, aunque no de alta frecuencia, sí de impacto entre los jóvenes.

Llama la atención la paridad de la lectura de la Biblia en los grupos juveniles, es decir, las respuestas de los jóvenes se reparten entre lecturas frecuentes (23 %), algunas veces (24,6 %) y nunca lo hacen (35,7 %); es decir, no se percibe un patrón estadístico que indique una tendencia hacia un mayor uso del libro en estos espacios, primando su ausencia.

2.2. Interpretación

El alto índice de no lectura de la Biblia en diversos escenarios formativos y creyentes por parte de los jóvenes puede ser un indicador de la percepción simplemente instrumental que los estudiantes tienen de la Biblia, ya sea por su uso en la clase de ERE en el colegio o en otros ámbitos confesionales. Faltan convicciones propias para acercarse al libro sagrado.

La lectura de manera frecuente u ocasional solamente obtiene un 50 % en los colegios, corroborando la evidencia de la pregunta anterior de la poca incidencia por parte de los profesores en la apropiación de la Biblia para su uso en los espacios académicos. Siguen siendo los colegios privados católicos los que promueven más esta cercanía al texto sagrado, como un reflejo de la acción pastoral de la vida religiosa.

Se evidencia poco contacto con especialistas, lo cual repercute en la fragilidad de los contenidos y la poca actualización en temas de ciencias bíblicas y afines.

También es constante el aporte confesional, desde la parroquia, la familia y los grupos para motivar y facilitar el contacto de los jóvenes con la Biblia, y el papel de la familia en la conservación de esta práctica, que ante todo se da en contextos de oración familiar.

Hay un buen porcentaje de lectura individual en los estudiantes, lo cual indica el hábito de la misma.

Es también característica la lectura ocasional y/o frecuente de la Biblia en familias de estrato 3, en un 34 %, y estrato 4, con un 24,8 %, siendo las más relevantes y las que muestran una mejor composición familiar con mayor receptividad para esta actividad.

También los aportes de las tecnologías, con un 34,7 %, adquieren consistencia y son un recurso importante para facilitar el contacto del estudiante con la Sagrada Escritura.

3. ¿Existen otros ambientes, otros momentos u otros contextos en los cuales te sucede que abres, lees o escuchas la Biblia?

*Muestra real para esta pregunta: 717

25,3 %
No 74,7 %

El hecho de que una cuarta parte de los jóvenes identifique otros ambientes donde se lee la Biblia muestra la penetración de esta actividad en sus vidas. Sin embargo, hay diferencias entre hombres y mujeres; los primeros identifican otros ambientes de lectura en el 19,3 % de los casos; mientras este comportamiento corresponde al 31,6 % entre las mujeres.

4. Si tu respuesta es afirmativa, ¿podrías precisar esos ambientes?

*La tabla muestra % verticales. Muestra real para esta pregunta: 182

Total Hombres Mujeres
En misa o culto 28,9 % 22,9 % 32,8 %
En casa 13,5 % 8,3 % 16,7 %
Al aire libre 7,6 % 3,7 % 10,2 %
En el colegio (tareas) 8,2 % 12,2 % 5,6 %
Momentos de soledad y tristeza 6,0 % 8,1 % 4,6 %
En televisión 1,6 % 1,5 % 1,7 %
Redes sociales 1,3 % 2,6 % 0,5 %
Con personas que hablen del tema 7,6 % 6,6 % 8,2 %
Tiempos libres 8,1 % 16,1 % 3,0 %
Escuchando música 3,8 % 0,0 % 6,3 %
Retiros o paseos 2,3 % 1,9 % 2,6 %
Cuando hay dudas o intriga 1,1 % 0,5 % 1,5 %
Con familiares o amigos 3,4 % 4,9 % 2,5 %
Dar gracias a Dios 1,9 % 2,6 % 1,4 %
En todo lugar 1,3 % 1,3 % 1,4 %
En el cine 0,6 % 1,5 % 0,0 %
4.1. Análisis

Otras lecturas reportadas se verifican en contextos litúrgicos, bien sea católicos o de otras confesiones cristianas; el 28,9 % de los encuestados (porcentaje calculado considerando los 182 jóvenes) reportan su importancia.

Se destacan entre los hombres ambientes adicionales como: la lectura en tiempo libre (16,1 %), tareas escolares (12,2 %) y en momentos de soledad o tristeza (8,1 %). Mientras que las mujeres reportan con mayor importancia: misa o culto (32,8 %), en casa (16,7 %) y al aire libre (10,2 %).

4.2. Interpretación

Destaca la lectura confesional y celebrativa, tanto a nivel institucional como familiar. También hay espacios para la lectura en escenarios diferentes, bien sea mediante redes sociales o medios de comunicación, o a través del diálogo con personas cercanas e interesadas en el contexto bíblico, diferentes a los especialistas mencionados en la pregunta anterior. Solamente aparece un porcentaje de 1,9 % referido al uso de la Biblia en momentos de oración, si bien el mayor porcentaje es institucional o colectivo. Es considerable este uso en el contexto escolar, más por tarea que por iniciativa propia, aunque también se constata la lectura en situaciones personales.

5. Según tu opinión, la Biblia…

*Muestra real para esta pregunta: 1361

Fue inspirada por Dios y escrita por los hombres 61,9 %
Fue dictada por Dios a los hombres 14,1 %
Fue escrita por los hombres sin inspiración divina 10,7 %
Ninguna de las anteriores 9,9 %
Fue escrita por Dios 3,3 %
5.1. Análisis

En relación con la pregunta sobre la autoría de la Biblia, mayoritariamente la opción acogida fue el criterio de inspiración divina y escritura humana; el 61,9 % de los encuestados se identificaron con esta opción, siendo aún más importante entre las mujeres, pues el 67,3 % de ellas así lo hicieron.

La segunda opción, aunque muy distante de la primera, es la que indica que la Biblia fue dictada por Dios a los hombres; esta alternativa fue elegida por el 14,1 % de los jóvenes encuestados.

5.2. Interpretación

El tema de la inspiración tiene un amplio desarrollo en los estudios bíblicos. A nivel confesional, la constitución apostólica Dei Verbumdefine y cierra el debate. Los resultados de la encuesta indican un buen manejo de este tema por parte de los estudiantes, aunque la suma de las respuestas de dependencia solamente divina o humana, más las que no asumen estas o no responden, equivalen a casi el 24 %, mostrando aún el posible desconocimiento de este asunto y su definición en un significativo porcentaje de estudiantes.

6. ¿Cuáles son tus convicciones con respecto al contenido de la Biblia?

*Muestra real para esta pregunta: 1356

De acuerdo En desacuerdo
La Biblia solo puede decir la verdad 43,9 % 56,1 %
El contenido de la Biblia es verdadero, pero el hombre lo transforma leyéndolo 65,2 % 34,8 %
La Biblia debe ser continuamente interpretada 76,9 % 23,1 %
La Biblia da testimonio de una gran sabiduría humana universal 60,0 % 40,0 %
La Biblia da todas las verdades 39,3 % 60,7 %
La Biblia es un libro de viejas historias sin interés 16,3 % 83,7 %
6.1. Análisis

Esta batería de preguntas fue contestada por el 78 % de los encuestados (1356 de 1697). Entre los 1356 jóvenes que respondieron la batería, se presentaron claras diferencias en los resultados de los atributos evaluados:

  • Los jóvenes están de acuerdo con afirmaciones que abren las posibilidades de interpretación de la Biblia, siendo el atributo de mayor acuerdo “La Biblia debe ser continuamente interpretada” (76,9 %), seguido por “El contenido de la Biblia es verdadero, pero el hombre lo transforma leyéndola (65,2 %).
  • En el lugar opuesto están los atributos de mayor desacuerdo, que son: “La Biblia es un libro de viejas historias sin interés” (83,7 %) y “La Biblia da todas las verdades” (60,7 %).
  • Hay un tercer grupo de atributos que dividen la opinión de los estudiantes de undécimo grado, pues el porcentaje de acuerdo no muestra una diferencia significativa respecto de los desacuerdos; estos son: “La Biblia solo puede decir la verdad” (43,9 % de acuerdo) y “La Biblia da testimonio de una gran sabiduría humana universal” (60 % de acuerdo).
  • Para cerrar este bloque de afirmaciones, la mayoría, con un 76,9 %, reconoce el intrínseco carácter actualizador de los contenidos bíblicos y manifiestan interés por la misma.

    6.2. Interpretación

    Mediante la encuesta queda clara la mayor comprensión que tienen los estudiantes en relación con los aspectos de verdad, inerrancia e interpretación bíblica; es importante aclarar el hecho de que un 43,9 % está en desacuerdo con que la Biblia solo puede decir la verdad, ya que podría prestarse a equívocos. Siguiendo el sentido de la DV y otros documentos del Magisterio, el 56,1 % que se manifestó de acuerdo tendría la razón: la Biblia no puede expresar la mentira; pero surge la pregunta y el raciocinio sobre qué verdad es la que se enuncia, porque en este sentido la Biblia muestra incongruencias, vacíos científicos, “engaños” entre personajes, y es en esta línea en la que se puede ubicar la mayoría de las opciones: la Biblia puede contener errores, desigualdades, tensiones, aparentes contradicciones que muestran el aspecto humano y literario de la misma; además de su condición de libro histórico; pero sin negar su aporte religioso y creyente, el cual se relaciona con la verdad, ya que esta acerca al hombre a Dios, que es una de las intenciones de las Sagradas Escrituras.

    En relación con la segunda afirmación, se trata de asumir el carácter actualizador de los contenidos bíblicos, como lo ve el 50,5 % de los estudiantes; aunque el 29,5 % no está de acuerdo, ya que pueden sopesar los riesgos de la interpretación bíblica y los efectos de lecturas erróneas, aspecto que también debe ser objeto de la formación de los estudiantes. El mayor acuerdo está en la constante necesidad de interpretación de la Biblia, con el 60,6 %, pero también se constata la percepción de un 19,4 % significativo que expresa los temores a los fundamentalismos que cierren la riqueza de la lectura del texto sagrado. En cuanto al aporte de la mano humana o la inspiración divina, el 47,1 % está de acuerdo en que se da testimonio de la sabiduría humana; pero, de manera elevada, el 32,9 % está en desacuerdo, dejando ver una formación aún rígida en estos aspectos.

    En la penúltima afirmación se pasa del concepto de verdad al de verdades, por lo que el 52 % manifestó estar en desacuerdo con que la Biblia diga todas las verdades, ya que acá se explora el tema de la inerrancia; la Biblia no es un recetario que contenga respuesta a todo deseo de conocimiento o saber humano, de ahí la alta incidencia de esta respuesta. Pero se mantiene la constante de una concepción cerrada de la Biblia, con el 28 %, que oscila entre el 19,4 % y el 32 % en el conjunto de las afirmaciones postuladas. Por último, es notoria la claridad sobre la necesidad de actualización del mensaje contenido en la Biblia, siendo la valoración más alta la que alcanza el 66,7 %, ante un 13,3 % que considera la Biblia como un libro de viejas historias sin interés, mostrando así apatía por sus contenidos y, posiblemente, por la manera como es presentada por los profesores en la clase de ERE.

    Inquietudes y perspectivas

    La Sagrada Escritura es el referente textual por excelencia para la formación religiosa en la tradición cristiana. La dimensión espiritual y el conocimiento de los contenidos históricos han determinado su estudio durante siglos. La Reforma protestante dio pie al debate sobre la verdad de la Biblia, la inerrancia, la inspiración y el papel de la tradición en el proceso de su configuración. A fines del siglo XVIII se propuso la distinción entre teología dogmática y teología bíblica, a partir de la disertación de Gabler (1787), para clarificar el papel de la Biblia como dicta probantiay definir su estatuto independiente con relación al dogma creyente (Triana, 2018). Con la irrupción de la modernidad y las ciencias humanas, el estudio se orientó hacia sus características históricas y literarias, entrando en conflicto con la lectura espiritual desde la confesionalidad. Las posiciones encontradas propugnaban la verdad de la Biblia o su error a partir de datos cronológicos, arqueológicos y filológicos, entre otros argumentos de las diversas disciplinas incluidas en el repertorio de la indagación bíblica. Las tensiones y voces desde diferentes polos fueron emergiendo tanto del lado católico como del protestante.

    El Concilio Vaticano II, mediante la constitución dogmática Dei Verbum, definió y puntualizó la perspectiva confesional de la Iglesia católica en relación con la Sagrada Escritura. Estos contenidos serán presentados como elemento de aporte a la Educación Religiosa en el contexto confesional.

    Pero los estudios y aportes a la comprensión de la Biblia no han detenido su presuroso ritmo en los últimos decenios, sino que se han acelerado vertiginosamente, asumiendo desde cuestiones clásicas como la composición del Pentateuco o la búsqueda del Jesús histórico y el Cristo de la fe, hasta aspectos psicológicos, sociales y semióticos de los textos. Se han enriquecido con la amplia gama de perspectivas sincrónicas, mostrando los puntos de debilidad del método diacrónico, y han abierto nuevos acercamientos a la Biblia, como los definió ya el documento de la Pontificia Comisión Bíblica en 1993.

    Se evidencia que el problema no es de contenidos, sobre los cuales el consenso es general, sino de la manera como se abordan y la finalidad con la que se apropian. La moda de grandes comentarios exegéticos, auténticas obras maestras, ha dado paso a sólidas síntesis y estados de arte, con nuevos horizontes menos institucionales y más antropológicos y sociológicos. Las lecturas polarizadas focalizadas en los empobrecidos o en las élites centristas, han cedido paso a propuestas integrales de fe y de construcción social, y desde paradigmas de confrontación hasta otros de consolidación identitaria.

    Los resultados iniciales de la encuesta sobre la percepción de los jóvenes de grado 11. ° de la clase de educación religiosa plantean como desafío una revisión epistemológica, didáctica y hermenéutica del papel de la Sagrada Escritura en dicho espacio académico. Las clarificaciones se han de apoyar en la misma elaboración ofrecida por el Magisterio, tanto a nivel dogmático consignado en la constitución Dei Verbum, como a nivel de orientación, ya que “el trabajo de interpretación, actualización y enculturación de la Escritura… es un finísimo arte de altura, calidad y responsabilidad muy grandes, es el arte de permanente reinterpretación de esta dentro de la historia, como se hace dentro de la Revelación misma” (PCB, 2003, p. 9). Es decir, no basta con afirmar las convicciones de fe sobre la Biblia, sino que se deben acercar a la vida de los creyentes, en su contexto histórico, social y cultural, con sus dinámicas propias de vida y de fe, y enmarcadas en nuestro caso en los ambientes educativos propios de Colombia, o de cualquier país en el que la Educación Religiosa Escolar sea un área que responde a las necesidades educativas, ya que “Valora y propone el aporte específico de la dimensión religiosa del ser humano y de la experiencia religiosa cristiana como signo inspirador de diálogo con las culturas, porque el mensaje cristiano nunca ha sido tan universal e inspirador como hoy día” (CEC, 2022, p. 8).

    El primer principio de interpretación que se presenta es el de la Palabra de Dios en lenguaje humano, es decir, inspirada por Dios y escrita por los hombres, como respondió un 50,5 % (pregunta 5); pero dentro del común de las personas se presta a diferentes perspectivas.

    Teniendo en cuenta los fundamentos antropológicos, éticos y epistemológicos de la educación, la concepción de una Biblia escrita o dictada por Dios a los hombres choca con el principio de libertad y capacidad del ser humano, y se inscribe dentro de las tendencias fundamentalistas y dogmatistas de la lectura del texto. De ahí que, en la ERE, una mirada de este tipo a la Biblia no permitiría generar el diálogo del estudiante con sus contenidos, sino que se presentaría como verdad incuestionable y cerrada a la interpretación. Además, se cerrarían posibilidades de apertura a la forma literaria del texto sagrado, lo cual reduce su riqueza espiritual y humana, ya que “la Escritura cumple los roles fundacional, sustentador y crítico para la Iglesia, para la teología, para la oración y para la catequesis” (Malé, 2012, p. 32), de modo que debe procurarse “llegar a una interpretación de la Biblia tan fiel como sea posible a su carácter a la vez humano y divino” (PCB, 1993, pp. 38-39).

    Ya en la Dei verbum (#12) se consagra la tarea del intérprete, que “debe averiguar con atención qué pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y qué quiso Dios manifestar mediante la palabra de ellos”; de ahí que deban considerarse en los aspectos contextuales de los textos bíblicos como las circunstancias históricas y culturales, y los géneros literarios empleados en la época. Autores modernos como Hans Urs von Balthasar (1979) y Jean-Louis Ska (2015) emplean figuras como la de una sinfonía para referirse a la Biblia como una obra en la que el lenguaje humano es expresión del lenguaje divino.

    Asimismo, es necesario plantear la cuestión hermenéutica, debido a que se ha dado un mayor relieve a la recepción de la Biblia como fenómeno comunicativo, enfoque según el cual se comprende la Revelación como una comunicación de Dios a los hombres (DV). Obras como las de Mannucci (1998) ofrecen un desarrollo de la hermenéutica bíblica enfatizando el valor de la palabra humana, ya acentuado por Heidegger, Gadamer, Ricœur y Karl-Otto Apel en épocas modernas (capítulo 17). Las tres funciones de la palabra que presenta Mannucci son: información, expresión y llamada; además, acentúa el carácter creativo de la palabra y el vínculo que genera entre el hombre y Dios, convirtiéndose en el lenguaje de la amistad y del amor (capítulo 1).

    Si se tiene en cuenta este aspecto comunicativo de la Biblia, se comprende la interpretación como una actividad de diálogo entre el texto y el lector, generándose procesos de resignificación y apropiación hoy definidos dentro del enfoque de la pragmalingüística y de la respuesta del lector2.

    Los aportes formativos de los profesores de ERE en relación con la Biblia no son aislados ni dogmáticos en su estructura, sino que deben integrarse a todo el proceso planteado tanto de competencias como de otras propuestas, como la de las capacidades, como desarrolló M. Nussbaum (2012) aplicadas a la hermenéutica de textos bíblicos (Triana, 2015); según este enfoque, la capacidad espiritual y de relación son fundamentales para la consolidación de la personalidad integral de los estudiantes de acuerdo a su edad y desarrollo (Triana, 2018).

    Es preciso integrar nuevos aportes y reflexiones en torno a temas como inspiración, verdad, inerrancia, papel del hombre, interpretación y actualización, los cuales no han sido apropiados ni ampliados dentro de la educación religiosa confesional, porque no pueden quedarse en fundamentalismos o abstraccionismos teóricos, sino que han de ayudar al estudiante a comprender su propia experiencia de Dios personal y comunitaria. Antes de abordar temas bíblicos de tipo dogmático, como el pecado, la gracia, la ley de Dios, entre otros, es preciso dialogar sobre la manera de concebir la Biblia como Sagrada Escritura y su incidencia en la vida y fe de los destinatarios, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Aquí es donde se aprecia el aporte humano cultural, no solo literario, sino el de las costumbres, relaciones, imaginarios colectivos, etcétera, y la lectura creyente de la historia concretizada en el acontecer humano.

    Si se trata de inspiración, tomando como referentes los estándares de la ERE en Colombia para el grado 11. °, ¿esta orientaría hacia la construcción de una sociedad ideal, teocrática? ¿Las comunidades cristianas se comprenderían como una sociedad perfecta guiada por las enseñanzas de Jesús? O en el caso de la verdad y la inerrancia, ¿qué se puede decir de los extensos pasajes en los que se concibe a Dios como un guerrero que guía al pueblo de Israel a costa del exterminio de los pueblos “desplazados” de su territorio? ¿Qué imagen del Imperio romano o el poder judío experimentan los destinatarios de los evangelios o del Apocalipsis? Si es necesaria la tarea interpretativa, ¿qué criterios se han de adoptar en relación con problemas o experiencias sociales de la época neotestamentaria? Si estas son realidades sociales concretas, ¿cómo confrontarlas con las realidades actuales y los entornos de los estudiantes? ¿Es posible actualizar el mensaje bíblico, sobre todo reconociendo su marcado acento rural y las distancias propias culturales, históricas y religiosas, entre otras?

    Pero además de estos aspectos de contenido y concepciones, es preciso asumir factores de forma y ambientes de enseñanza-aprendizaje. Tratándose de la óptica social para estudiantes de grado 11. °, ¿qué estrategias didácticas se pueden generar en relación con la lectura grupal/social de la Biblia? Si no hay diversos escenarios de lectura, diferentes al aula o el entorno familiar, ¿por qué hablar de construcción de sociedad? Es necesario considerar que los escenarios juveniles son diversos y reclaman espacios de participación social desde sus iniciativas y formas propias, hoy con propuestas desde la fraternidad, como postula el Papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti, de 2020 (Casas, 2022). A partir de los resultados de la encuesta, también se sugiere pensar en otros mecanismos de socialización, como las redes sociales, los avances tecnológicos en comunicación y las nuevas maneras de expresión visual diversas al PowerPoint y los videos. La Biblia misma ofrece una gran riqueza narrativa y semántica al respecto (Triana, 2018).

    Los ambientes de aprendizaje han adquirido mayor relevancia que los mismos contenidos, los cuales no pueden seguir siendo repetitivos y cerrados, sino dinámicos, abiertos y plurales, a fin de que motiven el deseo de acercarse más al Dios de la Biblia presente en los acontecimientos humanos.

    Notas

    1. jytriana@unisalle.edu.co
    2. Estos dos enfoques del análisis bíblico han adquirido fuerza desde nuestros contextos latinoamericanos, ya que toman en consideración el papel del lector como aquel que no solo conoce y comprende la intención del autor, sino que entra en diálogo con el texto, lo que posibilita nuevos significados al lector a partir de sus contextos de vida.

    Referencias

    Casas, J. (2022). La hermandad desde la Biblia: aproximaciones textuales, contextuales e intertextuales a propósito de Fratelli Tutti. Verbo Divino.

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    Conferencia Episcopal de Colombia. (2000). Escuela y Religión. CEC.

    Conferencia Episcopal de Colombia. (2009). Lineamientos de Educación Religiosa. Nivel de Preescolar y Básica Primaria. CEC.

    Conferencia Episcopal de Colombia. (2022). Estándares para la Educación Religiosa Escolar (ERE), de la Conferencia Episcopal de Colombia. CEC.

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