Revista de Educación Religiosa, volumen II, nº 5, 2022, DOI 10.38123/rer.v2i5.278
Al revisar los artículos que se ofrecen en este nuevo número de Revista de Educación Religiosa, se constata que la educación religiosa escolar, más popularmente conocida como “clase de Religión”, es el tema que concentró la mayor parte del trabajo de sus autores.
Así, Muena desarrolla un tema sensible y de orden práctico para un número importante de colegios, probablemente de alto interés en colegios confesionales. En efecto, muchos de ellos desean contar con sus propios programas de Religión, sin tener a veces los conocimientos para hacer las adaptaciones adecuadas que cuiden, al mismo tiempo, la sintonía con el programa oficial de la Conferencia Episcopal de Chile y las necesidades de las respectivas instituciones escolares. Aquí encontrarán fundamentos y lineamientos prácticos para esa reiterada duda.
López y coautores proponen considerar las habilidades del siglo XXI como punto de referencia orientado a establecer una ERE que dote a los estudiantes de herramientas para ser personas educadas integralmente, que puedan vivir según los requerimientos contemporáneos. No son pocos quienes se preguntan: ¿se puede ser creyente en estos tiempos tan marcados por la globalización y las TIC? ¿Habrá que hacer una elección entre ambos caminos? Los autores plantean una respuesta.
González, por su parte, formula algo similar, esta vez desde el ámbito ecológico. La pregunta puede ser si existe o, si se quiere, si debiese existir un nexo entre la ERE y la formación de ciudadanos ecológicos. La grave crisis cultural y medioambiental que estamos viviendo, ¿hace aconsejable explorar o ensayar la puesta en obra de nuevos modelos y formas de ERE, o es una indebida presión hacia un enfoque religioso y pedagógico guiado por otro tipo de principios?
Y si se habla de hacer de la ERE un área que problematiza la vida social actual de los estudiantes como individuos sociales, abiertos a los desafíos que surgen del diario vivir, en el artículo de Bravo se plantea el tema más global de la educación ciudadana. En esta hora de fuerte desinstitucionalización religiosa, tan evidente en Chile, por ejemplo, ¿ayuda la ERE a comprender la vida social? Más aún, ¿ofrece elementos para formar ciudadanos críticos y propositivos, interesados en el bien común?
Como último artículo enfocado en la ERE, no podía faltar un ensayo dedicado a otro impacto específico que ha tenido la pandemia del Covid-19 en la población, esta vez referido al valor de la persona. Desde Costa Rica, Fernández resalta que en ello no hay solo un asunto sanitario y tecnológico, sino también de convivencia humana. Por tal razón, la educación se convierte en un ámbito propicio para realizar una honda “conversión pedagógica”, de la cual la ERE no tendría que restarse.
Herrera, finalmente, nos comparte una investigación acerca de la huella que deja en las jóvenes latinas que viven en los Estados Unidos la matriz de fe popular que les comparten sus madres y, especialmente, sus abuelas, en la convivencia cotidiana. Entre otras riquezas, destaco que este artículo permitirá a muchos lectores, quizás, un primer acercamiento a considerar “lo cotidiano” como propiamente un “lugar teológico”.
Como se puede apreciar, hay variedad y riqueza en estos artículos. Pero, a riesgo de caer en algo análogo a aquella tradicional escena en que el cura, desde el púlpito, reprendía a los feligreses presentes por los que no habían asistido ese día a misa, hoy me pregunto por el desarrollo aún incipiente de otras expresiones o áreas de la educación religiosa, distintas de la ERE. Ya que estamos cumpliendo el cuarto año de esta publicación, me pregunto por qué no se hacen más investigaciones empíricas acerca de los factores, procesos y/o estructuras que están involucrados en la educación religiosa o espiritual en las familias. Otro campo muy fecundo es el que configura la catequesis, particularmente los procesos de iniciación cristiana. Más allá de niños y jóvenes, ¿qué pasa con los adultos? ¿Hay iniciativas con adultos mayores, que en poco tiempo seremos un porcentaje importante de la población? Los movimientos apostólicos, las experiencias asociativas, ¿acaso no generan preguntas entre sus miembros que requieran una apropiada indagación científica, siquiera a nivel local o un estudio de caso?
La invitación queda extendida. Revista de Educación Religiosa está al servicio de quienes lleven adelante investigaciones empíricas, de quienes realicen una minuciosa revisión documental, o de quienes propongan innovadoras ideas a través de ensayos en estos u otros ámbitos de la amplia y aún no suficientemente explorada área del conocimiento denominada educación religiosa.
Javier Díaz Tejo
Editor