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Redes informativas y estrategias periodísticas de las revistas opositoras APSI, Análisis y Hoy durante la dictadura cívico-militar en Chile (1981-1986)
Information networks and journalistic strategies of the opposition magazines APSI, Análisis and Hoy during the civil-military dictatorship in Chile (1981-1986)
Redes informativas y estrategias periodísticas de las revistas opositoras APSI, Análisis y Hoy durante la dictadura cívico-militar en Chile (1981-1986)
Amoxtli, núm. 12, 2024
Universidad Finis Terrae
Recepción: 04 Enero 2024
Aprobación: 10 Julio 2024
Financiamiento
Fuente: Fondecyt Regular
Nº de contrato: N°1231032 (2023-2025)
Descripción del financiamiento: La investigación forma parte de la tesis de posgrado del autor para el Magíster en Historia por la Universidad deSantiago de Chile, la cual fue becada por el proyecto Fondecyt Regular N° 1231032 (2023-2025) "Cortar y pegar fuentes en el periodismo escrito en Chile. Una historia mediática y cultural de la repetitividad (1976-2019)"del Dr. Antoine Faure, USACH.
Resumen: En este texto se analizan las redes informativas de las y los periodistas de las revistas de oposición a la dictadura cívico-militar APSI, Análisis y Hoy entre 1981 a 1986. En base a los estudios del Análisis de Redes Sociales en la Historia y de la memoria histórica de los aludidos, se plantea que las redes informativas, desplegadas a partir de las redes de fuentes, reporteo en terreno y redes profesionales, se conformaron como una “estrategia periodística” (De Certeau, 2000) que les permitió acceder a determinadas fuentes informativas en medio de la censura y la represión.
Palabras clave: redes informativas, estrategias periodísticas, revistas de oposición, dictadura, Chile.
Abstract: In this text, the informative networks of the journalists of the magazines of opposition to the civil-military dictatorship APSI, Análisis and Hoy between 1981 and 1986 are analysed. Based on the studies of the Analysis of Social Networks in History and the historical memory of the aforementioned, it is proposed that the informative networks, deployed from of networks of sources, field reporting and professional networks, were formed as a "journalistic strategy" (De Certeau, 2000) that allowed them to access certain sources of information in the midst of censorship and repression.
Keywords: information networks, journalistic strategies, opposition magazines, dictatorship, Chile.
1. Introducción
En el presente artículo, se analizan las redes informativas de las y los periodistas de las revistas opositoras APSI, Análisis y Hoy1, concepto entendido como las relaciones que dichos actores históricos poseían con diversos sujetos sociopolíticos del mundo opositor, en medio dela dictadura cívico-militar del general Augusto Pinochet (1973-1990).Dichos actores interactuaban con ellos para conseguir fuentes de información para la producción noticiosa sobre las denuncias de violación de los Derechos Humanos, la crisis económica de 19822 y el inicio de las Jornadas de Protesta Nacional desde19833, producto del régimen de censura que la dictadura instauró a través de sus diversos organismos4. El texto no es un estudio comparativo de las prácticas de sociabilidad de cada revista, sino que busca indagar en las redes informativas dentro del periodismo opositor, por lo cual fue necesario seleccionar los tipos de noticias que poseían en común, precisamente sobre las temáticas mencionadas anteriormente.
Sobre esa línea, la selección de las revistas5 se realizó en función del período que abarca, entre 1981 y 1986, los años de mayor circulación de dichos medios opositores. Este periodo comienza con la pérdida del estatus formativo-profesional por parte del Colegio de Periodistas, que se transforma en una asociación gremial, y culmina el 8 de septiembre de 1986, día del asesinato del periodista José Carrasco Tapia6, corresponsal de la revista Análisis y dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), un día después del atentado a Pinochet en el camino al Cajón del Maipo. Estos años contemplan importantes hitos para la historia del periodismo opositor, como las detenciones contra el director de revista Análisis, Juan Pablo Cárdenas, las constantes censuras y el Estado de Sitio de 1984, que implicó el cierre de las revistas APSI y Análisis y la censura previa a la revista Hoy (entre otros cierres de diarios y revistas).
La propuesta se basa en el Análisis de Redes Sociales (ARS) en la Historia, que se define como “un método que se interesa por los lazos sociales entre las personas y que, en historia, lee las fuentes mediante conceptos que influyen de manera decisiva sobre la selección, recolección, codificación y explotación de los datos”7. En relación con lo planteado por el historiador Víctor Brangier, el artículo ofrece una mirada en la que el ejercicio periodístico se comprende desde las estructuras relacionales y propone “arrojar luces sobre los encuentros, los circuitos y nexos entre actores, agentes e incluso, entre redes formales e informales de la más diversa proveniencia”8. Por ello, el enfoque considera profundamente la agencia histórica de las y los periodistas para entender la producción periodística en un complejo entramado social en el que estuvieron involucradas sus interrelaciones sociales. Esto responde a la necesidad de comprender la historia de los medios de comunicación desde la experiencia de las y los periodistas dentro de las condiciones políticas y laborales impuestas por la dictadura. Envista de lo anterior, se proponen tres categorías teóricas basadas en el concepto central: redes de fuentes (vínculo que ofrece fuentes de información), reporteo en terreno (indagatoria propia del periodista para conseguir información) y redes profesionales (vínculo con otros medios o periodistas para conseguir o difundir información), que permitieron indagar en las experiencias y modos de buscar información.
La metodología de investigación buscó maximizar la articulación documental entre las revistas y los relatos orales a partir de un enfoque interpretativo y descriptivo de las notas periodísticas (autoría, identificación y clasificación de las fuentes según categoría conceptual) y utilizando dichas notas como “anclas de memorias” para el relato oral, método que plantea el historiador Zvi Reich9 para la inserción de una nota de la autoría del entrevistado para indagaren los vínculos que pudo entablar en la producción de dicha nota. A partir de esto, siguiendo a los expertos en Comunicación, Hans Stange y Claudio Salinas10, este método nos permitió observar las redes informativas como relaciones insertas dentro de las rutinas periodísticas, condiciones sociolaborales y el rol informativo (el ideal profesional de informar pese a todo, más aún en una situación autoritaria) de las y los periodistas en el período 1981-1986. Así, se abordaron las redes sociales de las y los periodistas para comprender la construcción de la noticia no exclusivamente desde un enfoque medial, sino desde la lógica que impulsa y posiciona al actor histórico en su contexto, es decir, al periodista en medio de la censura y la represión.
En este sentido, las preguntas que guiaron la investigación fueron: ¿cómo las redes informativas configuraron la producción periodística delas revistas de oposición APSI, Análisis y Hoy entre 1981 a1986?, ¿cuáles fueron las estrategias periodísticas de las y los periodistas para realizar reporteo en terreno y conformar redes de fuentes y redes profesionales durante la década de los 80?
A partir de la hipótesis, comprendemos la estrategia periodística según lo planteado por el historiador y periodista Eduardo Santa Cruz, quien la define como
[un] conjunto de objetivos y definiciones políticas, periodísticas y empresariales que, combinadas entre sí, le dan un perfil propio al medio. Se trata de definiciones y acciones prácticas que ubican a un diario o revista dentro del contexto sociocultural nacional, le dan una identidad y una función en el escenario de las comunicaciones y una situación dentro del mercado de la información11.
Por tanto, se hipotetiza que las redes informativas de las y los periodistas de las revistas APSI, Análisis y Hoy (1981-1986) fueron una estrategia periodística esencial para la producción noticiosa delas temáticas mencionadas, comprendidas dentro del mundo sociopolítico del periodismo revisteril de oposición. Es decir, fue una acción práctica y un objetivo de las revistas opositoras por perfilarse en el mercado comunicacional a partir de las circunstancias y sus vínculos informativo-políticos. Así, se observa que las redes de fuentes, redes profesionales y reporteo en terreno se articularon para obtener información de “primera mano” y comunicar sobre lo omitido por la dictadura cívico-militar.
Estas estrategias periodísticas responderían tanto a un nivel individual ―el o la periodista― como colectivo ―el medio de comunicación― para la obtención de fuentes informativas. Por ello, es preciso entender que las redes informativas del periodismo opositor a la dictadura ―siguiendo el ARS y sus aportaciones sobre la socialización histórica― fueron ensamblajes complejos que articularon profundamente la agencia de los sujetos y la influencia de aspectos heterogéneos externos12. Esto otorgaría una perspectiva ampliada a partir de los nexos, actores e intermediarios que actúan frente a la información y la construcción noticiosa y específica las prácticas periodísticas opositoras, dando una dimensión sociopolítica que, en un análisis del discurso mediático, no se logra apreciar.
En particular, el presente artículo hará revisión de los principales aspectos teóricos que giran en torno al concepto redes informativas y las estrategias periodísticas redes de fuentes, reporteo en terreno y redes profesionales desde el ARS en la Historia. Posteriormente, se revisarán estas estrategias periodísticas desde una propuesta de análisis documental, donde se explicita cada concepto y, finalmente, se abordan dichos conceptos como “estrategia periodística”, esencialmente a partir del estudio de Michel de Certeau.
2. El Análisis de Redes Sociales en la Historia y las redes informativas de las revistas opositoras
El Análisis de Redes Sociales (ARS) en la Historia ha sido utilizado como una metodología para indagar y reconstruir principalmente fenómenos sociales y políticos, como, por ejemplo, las redes comerciales internacionales o la difusión de ideas políticas. Por ello, se plantea que el ARS es el punto medio entre el estudio de las grandes estructuras históricas y la agencia humana. Así, el ARS permite el acceso a “recursos como bienes, capitales e información. Asimismo, sugiere que las actividades económicas, religiosas, políticas, la participación en redes, la reciprocidad, la confianza, etcétera, están relacionadas con las estructuras sociales”13.
Siguiendo al historiador José María Imízcoz14, las redes sociales en la Historia deben pensarse categóricamente en términos circunstanciales. En este sentido, lo observable en las redes son fundamentalmente las razones del actuar de individuos o grupos humanos, según qué principios (culturales, políticos, profesionales, etc.) y qué intereses guían su acción. A partir de este análisis, las redes informativas fueron un conjunto de relaciones que mantuvieron las y los periodistas conciertos individuos, cuyas razones principales fueron la obtención de información clave para las secciones “Nacional” y “Derechos Humanos” de las revistas seleccionadas, para lo que fueron necesarios vínculos específicos con determinadas agrupaciones o personas en particular. Específicamente, podemos mencionar a los párrocos de las poblaciones como Guido Peeters, André Jarlán o Pierre Dubois, cuyas menciones eran constantes en las páginas de las revistas15.
La periodista Odette Magnet, encargada de la sección de Derechos Humanos de la revista Hoy, afirmó para esta investigación que los medios opositores tenían un estrecho vínculo con dichos sujetos, quienes les informaban de la represión que se ejercía contra los pobladores de los sectores marginales de la capital, así como de su relación con determinadas organizaciones, como la Vicaría de la Solidaridad o la Comisión Chilena de Derechos Humanos, frecuentemente citadas en las notas sobre violación de los DDHH, para contrastar la desinformación de la dictadura16. Esto pone de manifiesto las razones políticas y las implicancias opositoras contra la dictadura, especialmente el retorno a la democracia y el respeto irrestricto a los DDHH.
A modo de caracterización, estas redes informativas se manifestaron tanto como lazos fuertes, donde la estrechez de la relación se tradujo en amistades y confianza, como también en lazos circunstanciales que respondían a instancias en las que la o el periodista interactuó con un entorno social de su interés investigativo. Por ejemplo, vínculos que pueden surgir al reportear en terreno en una protesta, contactando a dirigentes, o en una población, interactuando con sus y vecinos que narra sus vivencias en el contexto de una crisis económica17. Así, las redes informativas se comprenden como una red sociocentrada, lo que enfoca la dinámica entre la figura del periodista y de la revista opositora en determinadas redes de difusión informativa. Así, distintos actores participaron en la producción de las notas periodísticas, no solo como informantes, sino también como mediadores entre un periodista y otro actor sociopolítico. Por ello, los intermediarios o brokers jugaron un papel trascendental para obtener información. Un ejemplo al respecto: el periodista Pablo Azócar de las revistas Hoy y APSI afirmó que “los párrocos tenían contactos con los dirigentes poblacionales de distinta naturaleza, tenían llegada, un párroco te hacía llegar a mucha gente, tenían muchísima información”18. Este tipo de interacción pudo haberse visto reflejada en la realización dela entrevista al ex ministro de Salvador Allende, Pedro Felipe Ramírez, que se encontraba en ese momento en la clandestinidad política19.
En razón de lo anterior, las estrategias periodísticas de las revistas de oposición se articularon sobre una base de represión y censura que, posiblemente, persuadió a aquellas nociones comunicacionales que la dictadura calificó bajo la retórica criminalizadora (“marxistas”, “terroristas”, “delincuentes”, etc.) ya que se basaban y relacionaban con lo que se ocultaba o desinformaba, pero que también estaban condicionadas por dicho contexto y por las nuevas condiciones que la dictadura cívico-militar estableció para las comunicaciones. Con todo lo anterior, la producción de las revistas se dio bajo un carácter dialógico y colectivo que constituyeron las y los periodistas y las redes que generan20. Entonces, estos vínculos periodísticos y sociopolíticos responden a las interrogantes que realizó la o el periodista a su lugar sociohistórico y político, reflexionando sobre las necesidades informativas que requerían tanto sus lectores como las diversas formas de lucha contra la dictadura.
La historiadora Ivette Lozoya y el historiador César Zamorano afirman:
Posteriormente, las dictaduras militares en los setenta modificaron la forma de hacer revistas y las agrupaciones, clausurando sus filiaciones institucionales, haciendo sus soportes más precarios y sus relaciones sostenidas en la clandestinidad o, al menos, en la periferia [el destacado es nuestro]. Proponer el estudio de las revistas y los grupos que componen sus filiaciones sin considerar esta dimensión más amplia de relaciones sería desconocer su emergencia y la potencia de los materiales que una revista ofrece.21
Es por ello que las estrategias de oposición generaron necesariamente la ampliación de su espectro de diálogo social, problematizando sus prácticas, juzgando sus propios métodos investigativos y comunicando sobre lo “prohibido”. El historiador Steve Stern22 afirma que la ciudadanía chilena de los 80 estableció prácticas de socialización basadas en el temor y, poco a poco, la articulación de un cuerpo sociopolítico opositor cuestionó las interpretaciones que presentaba el Golpe de Estado y la Junta Militar como la “salvación del país”, por lo que todo el discurso mediático y político de la dictadura se criticó abiertamente por, entre otros, las y los periodistas de oposición. Stern se sostiene de conceptos como red alternativa o redes de opositores para plantear la circulación de medios, información y distribución que permitieron la difusión de críticas a la dictadura23. Este análisis da cuenta de la conformación vinculativa de la oposición política, asunto en lo que claramente estaban insertos los medios de comunicación. Con esto, las redes informativas fueron un aspecto estratégico de las revistas de oposición en medio de la censura y la represión.
3. El despliegue periodístico de las redes informativas: análisis documental
A continuación, se revisarán brevemente los principales resultados de la investigación en torno a la tríada conceptual: redes de fuentes, reporteo en terreno y redes profesionales, ahondando especialmente en los vínculos que se destacaron ante el análisis de las fuentes documentales y la interpretación memorial de las y los periodistas entrevistados.
3.1. Redes de fuentes: nexos sociopolíticos para el contenido informativo
Por redes de fuentes comprendemos a una estrategia periodística del periodismo revisteril de oposición en que determinados actores e instituciones sociopolíticas actuaron como informantes para estos medios de comunicación. Para este caso, se identificaron, al menos, dos figuras históricas que actuaron de manera estrecha y colaborativa con dichas revistas: los párrocos de las poblaciones y la Vicaría de la Solidaridad, sin desconocer, claramente, otras instituciones, actores o agrupaciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, líderes sindicalistas, líderes políticos, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos o la Comisión contra la Tortura Sebastián Acevedo.
Distintos relatos de las y los periodistas, sumado a la cantidad de reportajes, entrevistas y notas vinculados a temáticas como la crisis económica, la realidad de las poblaciones y las protestas nacionales desde1983, dan cuenta de la constancia con la que párrocos como Pierre Dubois, André Jarlán o Guido Peeters informaban a las revistas sobre dichos temas. Uno de los ejemplos trabajados fue la entrevista realizada por Odette Magnet de la revista Hoy al párroco de la población La Legua, Guido Peeters, titulada "Los pobladores son capaces de ser muy heroicos"24 de la revista Hoy de octubre de 1983, en que la periodista lo interroga sobre diversos temas y a partir de la cual la periodista mencionó para esta investigación:
(…) para nosotros, esos curas y otros más, eran una fuente invaluable (…),muchos trabajaban dentro de la Vicaría o tenían un contacto muy estrecho con la Vicaría, pero a mí esos dos curas [Pierre Dubois y Guido Peeters] me pidieron ayuda más de una vez para escribir o “escribe sobre esto o denuncia esto otro…”, yo a su vez les pedía ayuda para reportear, tenía un lugar dónde llegar, no era una cuestión de llegar a La Legua como si nada, mucha sospecha, no podías entrar y salir fácilmente. Si los pobladores veían que tenías una amistad muy cercana con el párroco, era muy distinto, la gente te conocía.25
Asimismo, los vínculos con la Vicaría de la Solidaridad y las labores que realizaban la posicionaron como una base de informaciones legítima y confiable, cuyos datos se citan constantemente en las notas sobre apremios ilegítimos, torturas, encarcelamientos sin juicios, desapariciones, protestas de familiares y asesinatos por parte de agentes del Estado. En este sentido, para el periodismo de oposición, la institución vicarial fue de gran importancia para informar y a la vez complementar las denuncias hechas por la misma Vicaría, por lo que se observa la estrecha relación entre las revistas y abogados, estadistas, secretarios y diferentes miembros de la institución. La nota “Violación a los Derechos Humanos: la pertinaz cultura de la muerte”26 de la revista Análisis es ilustrativa al respecto, ya que se abordaron las terribles cifras sobre violación de los DDHH en Chile hasta ese momento, citando especialmente a la Vicaría de la Solidaridad. La nota y el resto de reportajes similares demuestran la estrecha relación con aquellos organismos que denunciaron la violación de los DDHH. Según el director Juan Pablo Cárdenas, de la revista Análisis:
La Iglesia Católica disidente fue una gran aliada, lo mismo que las iglesias protestantes, la Comisión de la Paz, todos estos fueron aliados nuestros constantes y, por supuesto, nos proporcionaron siempre mucha información. Porque ahí estaba registrada la información verídica, los informes oficiales eran casi todos mentirosos, como la matanza de Corpus Christi [Operación Albania] que dieron una visión completamente contraria a lo que fue la realidad, de estos jóvenes que fueron asaltados mientras dormían y fueron fusilados y en ningún momento enfrentaron a las fuerzas policiales, como dijeron ellos.27
Con lo último, se puede afirmar que la posición de los periodistas de la oposición se evidencia en su desconfianza y en la escasa o nula accesibilidad a cifras o documentación oficial, así como en la enorme capacidad de registro de la Vicaría de la Solidaridad y en la gran cantidad de información relevante que manejaron los párrocos, en específico. El concepto redes de fuentes permite apreciar las dinámicas sociopolíticas que establecieron las y los periodistas de oposición con actores e instituciones de su confianza, lo cual muestra que las lógicas que guiaron al periodismo opositor claramente diferían sustancialmente delas del oficialismo comunicacional.
3.2. Reporteo en terreno: lazos sociales a través de la experiencia sociopolítica
Por su parte, el reporteo en terreno se analizó en clave de red por la inserción periodística en determinadas zonas de las ciudades y en que los vínculos sociopolíticos resultaron esenciales para las investigaciones en las poblaciones. Así, para el caso de las Jornadas de Protesta Nacional, dichos profesionales requirieron de diferentes intermediarios, como los mismos párrocos mencionados anteriormente, por lo que entender cómo reporteaban en terreno en las poblaciones va de la mano de las redes de fuentes que pudieron constituir. Por ejemplo, la nota “Protesta 4 y 5 de septiembre. La más grande, la más fuerte”28 de la revista APSI en la que se abordan las víctimas fatales y heridos que dejó como saldo la represión policial y militar, se puede apreciar el trabajo de reporteo realizado en las poblaciones para conocer en detalle las iniciativas de protesta y dar espacio a las denuncias contra las fuerzas armadas. En ella, se evidencian las redes que se conforman a través de reporte y de estar in situ en las zonas de protesta, donde la represión se vivía a diario29.
Sobre esta nota, redactada a nombre del equipo APSI, se consultó con el editor de la revista, Andrés Braithwaite, quien afirmó que todo lo relacionado al reporteo en terreno se basaba en vínculos de confianza con las y los pobladores y demás agentes históricos:
Dentro de lo inoficioso de todo, las fuentes eran la Vicaría, los curas, pero también había una trenza de informantes, de gente sindical, poblacionales, que te daban buena información. No entidades, era también un sistema de confianza. “Oye, Santiago, ¿puedo hablar contigo?”, “Sí, ven a las 3”, el tipo era el que mandaba en La Victoria, no era el cura, los de abajo, digamos, y ahí siempre se armaban buenos informantes, dirigentes.30
Dicha cita manifiesta que la relación entre el periodismo opositor y el mundo popular se comprende dentro del entramado social opositor y la necesidad de informar sobre asuntos como la crisis y las vulneraciones delos DDHH que no se comunicaban en los medios oficialistas, lo cual era sumamente complejo para la realidad nacional de ese momento, en medio de la represión, la crisis económica y laboral, y las protestas contra una dictadura cívico-militar. En las notas analizadas desde el concepto reporteo en terreno se puede apreciar que el trabajo colectivo y colaborativo entre periodistas, intermediarios y los territorios fue sumamente relevante para el hallazgo de fuentes informativas.
A través de los testimonios se puede interpretar la cotidianeidad en el trabajo periodístico que posiciona al reporteo en terreno como una delas estrategias periodísticas (sumadas a las redes de fuentes y redes profesionales, que se revisa a continuación) que se hicieron comunes para periodistas de esa época, en las que la búsqueda de “la verdad” consistía en conseguir testimonios que lograran contraponerse a la oficialidad comunicacional dela dictadura de Pinochet: “La gente, al saber que eras de la revista, hablaba. A mí me sorprendía, la gente era muy confiada, no se cuidaban tampoco, tú tratabas de cuidarlos, pero la gente era muy valiente en ese tiempo, pero hablaban, te contaban, daban la cara”31.
Debido a ello, el reporteo en terreno resultaba esencial para los medios de comunicación opositores, que carecían de acceso a documentación o fuentes oficiales. Esta búsqueda directa de información se realizaba través de vínculos de confianza entre el periodista que necesitaba noticias y las fuentes que pedían un espacio de difusión. La importancia de revisar dicho concepto da cuenta del discurso mediático que existió detrás de las revistas de oposición: el modo en que se insertan en las poblaciones o en medio de las protestas, da cuenta del rol periodístico de conocer ciertas informaciones que de otra manera no se obtendrían.
3.3. Redes profesionales: solidaridad, periodismo opositor y oficialismo informativo
En último término, la propuesta conceptual de redes profesionales se analizó como aquellos vínculos entre periodistas de medios opositores y de otros medios de comunicación (opositores u oficiales). Estas redes se articularon desde la corroboración e intercambio de informaciones entre colegas opositores, pero también con periodistas para medios oficialistas que ayudaron a difundir información que no podía ser publicada en diarios, televisión o radios afines al régimen autoritario. Asimismo, las redes profesionales se comprenden en un contexto colaborativo, ya que muchos periodistas, según afirmaciones del director de la revista Análisis, Juan Pablo Cárdenas, buscaron colaborar con las revistas opositoras:
Nuestros periodistas no podían ingresar a La Moneda, ni a los ministerios, ni a ninguna institución oficial, por lo tanto, tuvimos que construir redes, pero redes que se constituyeron, en primer lugar, con periodistas que, trabajando en los medios, digamos oficialistas, tenían conciencia política y nos ayudaron mucho en la tarea de construir nuestra información y nuestros artículos, periodistas que nos filtraban información para que nosotros la procesáramos.32
Dicha cita toca varios puntos relevantes: en primer lugar, la nula posibilidad de que los periodistas de revistas como Análisis accedan a cifras, datos o documentación oficial para producir sus notas periodísticas; en segundo lugar, el desarrollo de redes informativas para ofrecer una perspectiva mucho más amplia de sus notas, es decir, que lo que pudiese emitirse desde la autoridad estuvo considerado pese a todo; y, en tercer lugar, que a través de dichos puentes o redes profesionales se incurrió en una serie de prácticas de apoyo, esencialmente mediante la filtración de informaciones. Sobre este último aspecto, son diversos los testimonios de periodistas entrevistados para esta investigación que abordaron dicho punto:
(…) un periodista de La Tercera que hacía su nota tenía una ‘papa caliente’, pero él no la podía poner porque o lo echaban o no se la iban a publicar, él sabía sus límites internos, “toma Milena [Vodanovic], toma Nibaldo [Mosciatti]”, úsala tú, solo tú, en el Cauce, en el Análisis. Es como si la Milena hubiese estado en La Tercera, hace sus cosas y sabe algo, “Andrés, toma, esto yo no lo puedo poner”, eso pasaba mucho. No era una solidaridad gremial, corporativista, no. Era gente que era de oposición y que estaba en medios oficialistas y decía que esta cuestión tiene que saberse.33
Estas redes profesionales del periodismo opositor se articularon más bien de forma colaborativa, solidaria y opositora, según los testimonios, y no tanto de manera gremial. No obstante, hay que reconocer a entidades como el Colegio de Periodistas como un punto de encuentro frente a los sucesos de vulneración de la libertad de prensa ya mencionados, es decir, como una amplia red de contactos entre colegas de medios opositores y de medios oficialistas, en la que la difusión informativa fue clave para revista como APSI, Análisis y Hoy en la conformación del material noticioso.
Esto último refleja que el espectro socio profesional bajo el cual se desenvolvían las y los periodistas opositores podía ser mucho más amplio que el que se puede desprender de un análisis de las notas periodísticas delas revistas de oposición. Si bien se observan claras menciones a trabajos realizados por otros periodistas y medios de comunicación internacionales34, también se incurrió en prácticas que, en dicho contexto, pudieron implicar una serie de vulneraciones, detenciones, torturas e, incluso, la muerte para estos profesionales. Este fue el caso del periodista y corresponsal internacional de la revista Análisis José Carrasco Tapia, de quien, si bien se afirma que el móvil de su asesinato fue su liderazgo político en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), su muerte causó un repudio generalizado en el mundo del periodismo35.
4.La estrategia periodística de las revistas opositoras a la dictadura: sociabilidad político-informativa
Tras la revisión y el análisis documental, es esencial comprender que estas redes informativas fueron una estrategia periodística del periodismo opositor a la dictadura, pues estas gestionaron un modo de posicionarse frente a dicha maquinaria represiva y comunicacional para, en este caso, obtener información que era ocultada y/o censurada por la dictadura y, en consecuencia, reorganizar e influir en la conformación de una oposición política al régimen autoritario.
Siguiendo a Michel De Certeau36, es posible plantear que, dada la imposición represiva del poder, las “estrategias periodísticas” se constituyeron como formas de apropiación de espacios y esferas organizadas por la dictadura y la censura política. De Certeau comprende ciertos actos desde la relación que existe entre su proceso de producción y la recepción de los consumidores, por lo tanto, las prácticas se entienden desde la creación de un relato en base a la cotidianeidad, a modo de “estrategias” para nada pasivas, es decir, que introducen una dimensión política en la actuación de las personas comunes yen su concepción del poder.
Por ello, el estudio de las redes informativas se plantea desde la perspectiva del cuestionamiento del poder y su dimensión comunicativa. Sin embargo, cabe preguntarse cómo se ha estudiado el poder informativo de la dictadura y, por ende, la censura periodística. Al respecto, la historiadora Karen Donoso Fritz corrobora que estos no se han desarrollado exhaustivamente y, por ende, no se ha analizado más allá de la “guerra psicológica” que se implementó en Chile contra la disidencia política que se buscaba exterminar37.
Las políticas comunicacionales y de censura38posteriores al Golpe de Estado y la conformación institucional de la dictadura39 , obligaron al periodismo a tomar direcciones obligadas de actividad profesional: por un lado, un periodismo absolutamente controlado desde las altas esferas para ser la voz oficial de la dictadura y, por otro, una esfera pública de nulo o menor impacto en la opinión pública debido a las condiciones socioeconómicas40 y políticas impuestas por la autoridad y al masivo control sobre la creación y difusión de nuevos medios de comunicación. Más aún, lo que se planteaba por 1984 como una activa política comunicacional a través del “amordazamiento” de la prensa desde el Golpe de Estado y las tareas de vigilancia permanente sobre el tipo de información que circulaba, creó, claramente, un escenario poco propicio para la divulgación de las temáticas tabús para la época41.
Sin embargo, el auge de las revistas de oposición se dio a partir de la década de los 8042, cuando, determinadas por el contexto social, económico y político, se posicionaron como espacio de las voces que no tenían cabida en los medios oficialistas. Todo ello a pesar de las severas restricciones y control que adoptaron las autoridades cívico-militares frente a los medios de comunicación.
La situación en la que las y los periodistas de dichas revistas se posicionaron políticamente para vincularse con diversos actores y sectores opositores, se enmarca en una cotidianeidad que se tensiona con la realidad comunicacional que la dictadura intentó imponer. Por ello, la búsqueda por informar pese a todo se posiciona desde una retórica de responsabilidad social, civil y democrática43:
Me acuerdo de pasarme tres días yendo a un edificio en la calle Bulnes para que alguien en esa oficina, en el Centro de Estadísticas de Carabineros, me buscara la cifra lo más actualizada posible en sus bases de datos, que eran papeles, no eran en computadores, y me la entregara en un papel, escrita a máquina con un timbre que diera su oficialidad.44
Esta realidad laboral llevó a los periodistas a complementar sus fuentes, en primer lugar, a partir de la configuración de las redes informativas, ya que, ante la realidad comunicacional y la falta de accesibilidad a la documentación oficial, fue necesario identificar otras fuentes determinadas. En concreto, fue necesario identificar las fuentes en las organizaciones defensoras de los DDHH, como la Vicaría de la Solidaridad, los vínculos cercanos con los párrocos de las poblaciones y sus declaraciones, el acercamiento a centros de estudios como ONG45 o las investigaciones en terreno en las poblaciones durante la crisis económica46 o las protestas nacionales. Se explica en un modo de acceder a cierta información, primeramente, que no se daba a conocer en los medios oficialistas o que era tergiversada y, segundo, por el poco acceso a fuentes institucionales de la dictadura.
Si bien muchos de estos encuentros con informantes fueron estrategias circunstanciales, por ejemplo, el reporteo en terreno, muchos otros fueron premeditados, como en los casos de las redes de fuentes y redes profesionales. Para la formación profesional del periodista fue esencial cierto capital social, cuyas relaciones le permitieron interrogar la situación sociopolítica y la gestión de los encuentros. Lo que está claro es que estas estrategias periodísticas se desarrollaban en medio de tensas discusiones sobre el estado de precariedad que sufría el periodismo en dicho contexto47.
Asimismo, como estrategia periodística y forma de sociabilidad política, se debe comprender que las revistas se instalaron mediante el diálogo con el mundo social y a la vez en él:
Es decir, se trata de entender al medio no como un puro instrumento o canal de otras lógicas, sino como un actor que opera sobre el contexto socio-cultural desde una estrategia propia, y en esa perspectiva, interactúa con otras dinámicas que provienen de otros ámbitos o prácticas sociales. De esta forma, los medios de comunicación pasan a ser relevantes como un lugar desde donde pensar la sociedad.48
De esta manera, se afirma que las redes informativas fueron una estrategia periodística esencial, pero también una arista y una dimensión trascendental, tal como afirman las historiadoras Patricia Calvo y Carla Rivera, desde donde pensar la sociedad chilena de los 80, en consideración de un contexto sociopolítico marcado por la censura a la oposición política y la represión contra diversos agentes sociohistóricos. Las redes informativas nos ofrecen, de esta manera, un modo de entender las prácticas de sociabilidad a partir de la elaboración del contenido informativo de las revistas, dando cuenta de la riqueza social que existía detrás del periodismo opositor.
5. Reflexiones finales
El presente artículo abordó las redes informativas y las categorías redes de fuentes, reporteo en terreno y redes profesionales como estrategia periodísticas a través de las cuales las y los periodistas delas revistas APSI, Análisis y Hoy obtuvieron informaciones paralas notas relacionadas a las denuncias de violación de los DDHH, las protestas, la difusión informativa, entre otros aspectos, en pleno régimen autoritario (1981 a 1986).
Abordados desde el Análisis de Redes Sociales en la Historia, estos conceptos otorgan una inteligibilidad histórica a los medios de comunicación, en estrecha relación con sus actores; es fundamental entender los desde la producción misma de la revista y la conformación delas redes informativas que hicieron posible la existencia de dichos medios. Así, el ARS da cuenta de una heterogeneidad de influencias y relaciones de toda índole y, por ende, se observa la historicidad de los vínculos que se conforman entre individuos y que construyen el entramado histórico de fenómenos macro que frecuentemente son el principal foco de atención49.
A través del análisis de las notas periodísticas, podemos concluir, en línea con nuestra hipótesis, que los distintos vínculos y relaciones quelas y los periodistas opositores entablaron con diversos actores e instituciones sociopolíticas en la lucha contra la dictadura responden alas lógicas que el contexto represivo y de censura les impuso, y que a la vez enfrentaron mediante una rearticulación de la sociedad civil50.
Debido a lo anterior, comprender las redes informativas como una estrategia periodística ofrece las posibilidades de atender a cierto dinamismo sociopolítico a través del estudio de una profesión. Así, las preguntas que guían nuestra percepción de lo que entendemos por “periodismo opositor” no se centran tanto en la formación profesional o en las legislaciones que restringían sus labores, ya que de este modo entenderíamos el periodismo en una absoluta sumisión a los preceptos de la dictadura y su maquinaria comunicacional. Para el periodismo opositor resulta más circunstancial y práctico comprender a las personas con las que se relacionaron y la forma en que practicaban, en este caso, el periodismo opositor.
En conclusión, entender al periodismo opositor en estos marcos analíticos permite observar las prácticas ―la conformación de las redes informativas― y los productos socioculturales y políticos ―las revistas opositoras― desde una perspectiva que se ajusta a la originalidad de la producción, las prácticas, las relaciones y su contexto, en una articulación compleja de lo que implicó hacer periodismo opositor en dictadura. Con todo, la presente propuesta de investigación abre las líneas de análisis para su profundización y aplicación en el estudio de la historia del periodismo, los medios de comunicación y las y los periodistas.
Agradecimientos
La investigación forma parte de la tesis de posgrado del autor para el Magíster en Historia por la Universidad de Santiago de Chile, la cual fue becada por el proyecto Fondecyt Regular N°1231032 (2023-2025) "Cortar y pegar fuentes en el periodismo escrito en Chile. Una historia mediática y cultural de la repetitividad (1976-2019)"del Dr. Antoine Faure, USACH.
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Notas
Notas de autor
Enlace alternativo
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